Ir al contenido principal

Aprovechar al máximo el tiempo de descanso

¿Cómo lograrlo sin que sea una contradicción? 

Nos encontramos en un periodo que suele implicar, al menos en la educación, días que no se trabajan. Estas fechas suelen llegar después de un tiempo de alta intensidad en las instituciones educativas, pues suele haber, dependiendo el nivel educativo en que se trabaje: festivales, posadas, entrega de boletas e inicio de periodo, cierre de semestre, etc.

Vemos entonces una oportunidad para reponer nuestras energías, y disfrutar. Esto, dependiendo de la persona y su contexto, puede significar cosas muy variadas: descansar, cuidarnos, chiquearnos, convivir con otros, disfrutar de un poco de paz y tranquilidad, leer, ver alguna serie, programa o películas, hacer alguna manualidad, viajar, cocinar, etc.


Sea cual sea el estilo de actividades que disfrutemos más, Laura M. Giurge y Vanessa Bohns nos comparten en una muy interesante publicación de la Harvard Business Review titulada: Be Intentional About How You Spend Your Time Off, la importancia de tener una intención clara u objetivo a alcanzar en nuestro tiempo libre, pues esto nos ayuda a ser más felices.

La evidencia nos dice que el descanso pasivo de no hacer nada, simplemente buscando relajarnos no es tan efectivo en recuperar nuestra energía disfrutando y sintiéndonos satisfechos después de ese periodo, como sí lo pueden ser platearnos objetivos personales como pasar tiempo con amistades o familiares, organizar algún espacio de nuestra casa que lo requiera, finalizar algún libro o dedicar tiempo a alguna afición o hobbie.

Para evitar entonces el extraño fenómeno de pasar algunos días tumbado viendo la televisión sólo para darnos cuenta que nos sentimos más cansados que antes de nuestro "necesario y bien merecido descanso", -por cierto, ¿te ha pasado?-, la recomendación es trazar un plan imaginando las distintas maneras en que podemos disfrutar ese tiempo libre, teniendo entonces una recuperación proactiva.

Aunque sea importante tener presentes las medidas precautorias en cuestiones sanitarias por el alza en casos de distintas enfermedades como lo son la influenza, COVID y VRS (virus respiratorio sincitial), cabe destacar el gran impacto de las actividades sociales en el aumento de la felicidad de las personas, como lo indican los resultados de diversos estudios, por lo que una sugerencia es elegir actividades que no impliquen aislamiento, sino convivencia con otros.

Por último, una precisión que puede servir también a manera de advertencia; los objetivos y plan que se determinen deben ser flexibles para no tener el efecto contrario al volverse una fuente de estrés, de manera que no se busque tener la agenda completamente llena y haya que cumplir o tachar todos los elementos de la lista, sino que tengamos mayor variedad de ideas y claridad de lo que queremos hacer, pudiendo enfocarnos y disfrutar cada actividad brindándonos satisfacción y felicidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La inteligencia artificial en la escuela

Desde hace quizá dos ciclos escolares, empecé  a escuchar hablar de la necesidad de estar alerta a cómo la inteligencia artificial (AI por sus siglas en inglés) impactaría a la educación, hablando así, en general; sin embargo, en las últimas semanas ha habido cada vez más menciones ya en específico, al menos de Chat GPT y su impacto en las aulas. Es por esto que en esta ocasión, comparto mis reflexiones respecto a cómo podemos relacionarnos con estas herramientas en el ámbito educativo. De manera general, veo tres posibles actitudes que como educadores podemos adoptar: 1. Ignorarlas. Voltearnos y pretender que estas herramientas no existen o al menos no llegarán al interior de nuestro contexto, sea el aula o la institución. Esto no implica que realmente impidamos su entrada, sino únicamente que le seamos ajenos y no nos enteremos. 2. Condenarlas. Reconocer su existencia y, sea por temor, o por falta de ganas de explorar y comprenderlas, prohibir su entrada e implementación en nuestro

¿Naces o te haces? Hablemos de inteligencia

En diversas ocasiones he escuchado esta pregunta de reflexión "¿Nace o se hace?", aunque siempre con relación a temas de liderazgo, sin embargo en esta ocasión la propongo respecto al tema de la inteligencia: ¿nuestra inteligencia está determinada desde nuestro nacimiento, o podemos desarrollarla? Esta reflexión fue detonada hace algunos días, cuando escuché a un empresario reconocido decir en un evento de educación que la inteligencia es algo que o tienes porque naciste con ella, o no la tendrás... Esto me dejó pensando, ¿cuántas personas coinciden con esta idea actualmente?, a continuación les comparto por qué yo estoy rotundamente en contra. Para empezar, me parece necesario establecer qué es la inteligencia, y aunque seguramente podemos encontrar muchas definiciones muy variadas, el concepto que quiero presentarles es  la inteligencia como la capacidad de resolver situaciones de manera exitosa , sean situaciones que se te presenten o situaciones que tú mismo definas o cr

El poder de la retroalimentación

Tal vez en una o varias ocasiones nos ha pasado que ponemos una calificación a nuestros estudiantes enfocándonos en su producto terminado, sin poner comentarios específicos, e incluso pasando por alto el proceso, pues quizá la carga administrativa nos puede consumir al grado que sacrificamos el elemento más enriquecedor del proceso enseñanza-aprendizaje: la retroalimentación. ¿Qué le ayudará más a crecer a nuestros estudiantes, un número o una retroalimentación clara y continua?, e incluso ¿cuántas veces nosotros mismos como docentes queremos una retroalimentación para saber cómo va nuestro proceso e identificar aquello en lo que podemos mejorar?  La retroalimentación tiene un poder impresionante en el proceso de aprendizaje y desarrollo, pues permite a través de una conversación personalizada que la persona tenga claridad sobre lo que se espera de ella, descubra información esencial sobre su desempeño e identifique sus fortalezas y talentos, así como sus áreas de oportunidad, logrando